La guerra civil en El Salvador (1980-1992)
Entre los años 1981-1992, El Salvador vivió una etapa de su historia que no había experimentado nunca. Una guerra civil prolongada y sangrienta que dejó como resultado miles de muertos, el estancamiento del desarrollo económico, la destrucción de una buena parte de su infraestructura y la migración de miles de salvadoreños que abandonaron el país. El fin de la guerra llegó en enero de 1992 con la firma de los Acuerdos de Paz entre el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y el gobierno salvadoreño, con lo que se refunda el Estado y se sientan las bases para un proceso de democratización.
Causas de la guerra civil
Una guerra civil es cualquier enfrentamiento bélico cuyos participantes no son en su mayoría fuerzas militares regulares, sino que están formadas u organizadas por personas generalmente de la población civil. En la guerra civil salvadoreña el enfrentamiento armado se llevó a cabo entre las fuerzas guerrilleras del FMLN y la Fuerza Armada de El Salvador (FAES).
El objetivo del FMLN era tomar el poder a través de la vía armada, sacar a los militares del control del gobierno e instaurar una sociedad de corte socialista; mientras la FAES tenía como objetivo conservar el estado de cosas existentes. Es decir, mantener el control del gobierno y proteger los intereses de los grupos económicamente más poderosos que por años se habían beneficiado económicamente a partir del control del aparato gubernamental.
De forma resumida sus causas internas y externas son las siguientes:
Internas:
- La prolongación de los regímenes políticos militares.
- Falta de un gobierno civil elegido por votación popular y libre.
- Falta de un sistema legislativo representativo.
- Ausencia de un organismo electoral autónomo.
- Violaciones de derechos humanos.
- Represión violenta a movimientos sociales y opositores.
- La desigualdad económica en la cual la distribución de riqueza acababa en las oligarquías dominantes.
- El contexto de la guerra fría que había polarizado ya al país.
- La inferencia tanto de Estados Unidos y Cuba (USSS) que financiaban y preparaban a ambos bandos.
- Los fraudes electorales de 1972 y 1977 que permitieron una mayor inferencia de los dos protagonistas de la guerra fría.
Antecedentes
Desde principio de los años setenta surgieron varias organizaciones armadas revolucionarias, tales como las Fuerzas Populares de Liberación (FPL, en 1971), el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP, en 1972) y a mediados de la década las Fuerzas Armadas de Resistencia Nacional (FARN, en 1975) y el Partido Revolucionario de los Trabajadores Centroamericanos (PRTC en 1976) que ejecutaron acciones militares en contra de los cuerpos de seguridad, secuestros de prominentes empresarios y políticos y asaltos a bancos.
Inicio
Guerra irregular (1980-1981)
La llamada fase desarrolladora en los cuales ambos bandos (FAES y FMLN) están en plena formalización, estaban también integrándose y por ello configurándose. Muchos asuntos eran planeados en la informalidad, personajes destacables de esta fase están Óscar Arnulfo Romero y Roberto d'Aubuisson.
Monseñor Romero (1978)Desarrollo.
Guerra total (1981-1984).
Fase formalizadora ya que se logró formar y por ello surge el FMLN y la FAES planifica estrategias militares de ataque, destacando algunos eventos como la Ofensiva General y la Masacre del Mozote en 1981 y la creación de una Asamblea Constituyente en 1982 y a ello personajes destacables como Álvaro Magaña, y Napoleón Duarte.
Masacre del Mozote (Diciembre, 1981) |
Guerra Integral (1984-1989).
Definida como una etapa "integra" para ambos bandos donde se vio una reducción de las muertes civiles pero una mayor intensidad de ataques (no confundir muertes civiles con armadas de la FAES y FMLN). Esta etapa se marco también como el "inicio del dialogo" el cual fue convocado por el presidente Duarte en 1984 siguiendo con reuniones hasta el fin de su mando en 1989 año el cual asumió la presidencia Alfredo Cristiani . Se destacaron personajes como Shafick Hándal, Rubén Zamora, Sánchez Cerén (Por el FMLN), Fidel Chávez Mena, Julio Rey Prende (El gobierno), Mons. Rivera y Damas y Mons. Rosa Chávez (La nunciatura). Destacando sucesos como la primera reunión negociantica en La Palma en 1984, la ofensiva "Hasta el tope" del FMLN en octubre 1989 y el asesinato de los sacerdotes jesuitas de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas "UCA" en noviembre de 1989.
Asesinato de los sacerdotes jesuitas (Noviembre, 1989). |
Ofensiva militar "Hasta el tope" (Octubre, 1989) |
Final.
Guerra con negociación (1990-1991)
Etapa marcada siempre por el ataque en ambos bandos pero el cual era muy desgastador para ambos bandos por lo cual ambos vieron con mayor apuro una forma de finalizar el conflicto, esto era compartido por ambos bandos por lo cual los ataques entre ambos se redujeron enormemente (esto también marcado por el final cercano de la Guerra Fría lo cual impedía una continuación de está de forma externa), se sostuvieron muchas más reuniones en ese periodo de tiempo ahora con la intervención de la ONU en el dialogo, destacando las reuniones en Ginebra, (Suiza), San José (Costa Rica), Ciudad de México, Caracas (Venezuela), y Nueva York.
Serie de reuniones desde 1984-1992 (Gobierno salvadoreño y FMLN).
Dialogo con negociación (1992).
Esta última etapa se resume con la firma de los acuerdos de paz en Chapultepec el 16 de enero de 1992 firmados entre el gobierno salvadoreño y las fuerzas paramilitares del FMLN para finalizar el conflicto lo cual abrió a una etapa nueva para la historia del país que tenía las bases para la democratización del país junto al cumplimiento de los puntos pactados con anterioridad.
Firma de los acuerdos de paz, Ciudad de México (enero, 1992)
El tiempo que duro la guerra
Duro 12 años, desde 1981 hasta Los Acuerdos de Paz de Chapultepec fueron un conjunto de acuerdos firmados el 16 de enero de 1992 entre el Gobierno de El Salvador y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) en el Castillo de Chapultepec, México.
Consecuencias:
Se estima que la guerra dejó un saldo de 75.000 muertos, en su mayoría civiles. Si se tiene en cuenta que en la década de 1980 la población de El Salvador rondaba los 4,5 millones de habitantes, ello equivale a decir que casi el 2% de la población perdió la vida en el conflicto. Decenas de miles de personas resultaron heridas físicamente (como consecuencia de armas de fuego, explosiones, minas antipersonales, etc.) y miles de ellos quedaron con mutilaciones que los incapacitaron de por vida.